We Were There - II: De la precariedad de los primeros sprays a la primera carta de colores Montana

"El que tenía un bote de la "gama holandesa" marcaba la diferencia. Lo estiraba para usarlo en una docena de piezas ya que eran imposibles de robar y carísimos"

Hablamos de unos colores de las tonalidades de violetas y magentas que envasaba Motip en Holanda a finales de los años 80. En Barcelona se usaba en esos años Spray Color de Tecnova, Felton y a veces Novelty aunque eran más difíciles de encontrar. Las gamas de importación como Motip o Dupli eran rarezas.

Los escritores tenían que construir su propia carta de colores mezclando lo que estas 3 marcas nacionales ofrecían, desechando los colores que no daban buen resultado y buscando combinaciones interesantes. Era tarea difícil pues no todas estaban siempre disponibles en las tiendas de pinturas y droguerías y mucho menos todos los colores que cada una ofrecía.

MEJORANDO LO QUE LAS MARCAS OBVIABAN 

Cuando nació Game Over Shop en 1993 había que cumplir un acuerdo: a cambio del apoyo ofrecido por Jordi Rubio desde Felton con stock y recursos para la tienda ellos ayudarían a Jordi a mejorar el producto, comenzando por completar la carta de colores de la gama doméstica. Jordi puso sobre la mesa un catálogo “profesional” de colores industriales llamado “Carta de colores RAL” en el que constaban unos códigos numéricos junto a cada tono. 

No fue difícil elegir una docena de colores nuevos y complementarios pues lo que se usaba en esos años salía de unas cartas limitadas a 25 ó 30 tonos nada más. No existían colores intermedios como los derivados del turquesa o rosas potentes y magentas.

EL ORÍGEN DE LOS COLORES CLÁSICOS: LOS 90 PRIMEROS COLORES 

Con una lista de 12 colores nuevos Felton añadió a su carta lo que rápidamente se popularizó como la “Gama RAL”. Durante bastantes meses todas las piezas de Barcelona y alrededores lucían Violeta Erika, Violeta Púrpura, Violeta Signal, Azul Turquesa, Azul Caribe y Verde Luminoso.

“Tener más colores en esas limitadas cartas era una necesidad no cubierta en el nuevo mercado del Graffiti.”

Tras un año de relación entre los escritores de Graffiti, la tienda Game Over Shop y las marcas que allí se vendían, había llegado el momento ideal para configurar la primera carta de colores de Montana Colors, ya que los obstáculos con Felton hicieron que Jordi planteara como mejor opción empezar una marca de cero. Así pues, era la primera vez que la pintura iba a estar fabricada para escritores de Graffiti y una lista de colores tenía que soportar este concepto tan vanguardista. 

Los 90 colores que presentó Montana en sus primeros meses de existencia dejaron atrás un patrón de funcionamiento anticuado en el que cabalgaban las marcas locales mientras se resistían a ampliar sus cartas o simplemente a mejorar la calidad de algunos tonos que resultaban inservibles.

Continuará…