We Were There - XVII: Nuestra relación con el fuego

Todas las empresas que trabajan con productos químicos, desgraciadamente, cuentan con un elevado riesgo de incendio, y Montana Colors no es una excepción. Os explicamos con detalle los incendios que estuvieron muy cerca de detener lo que sería está gran aventura y que reflejan el vinculo que existe dentro del graffiti con el riesgo y la superación.

EL RIESGO EN EL GRAFFITI 

Uno de los elementos a los que se asocia el graffiti y por lo que resulta atractivo para sus practicantes es el riesgo. Este factor no es común en todas las actividades de expresión “urbanas” pues algunas son más arriesgadas que otras, y muchas, simplemente no lo son. 

El graffiti, sin embargo, ya es demasiado complejo como para encasillarlo en una simple actividad de riesgo, porque en plena madurez, se ha diversificado y se ha adaptado a muchas visiones distintas. Se practica y consume de tantas maneras como capaces seamos de imaginarlas.

Aún así, el graffiti arriesgado sigue ahí, un riesgo arraigado a su raíz y a sus orígenes. Hoy convive con todas las demás vertientes y se adapta a los tiempos y a las circunstancias de cada lugar.
 

LA FABRICACIÓN DE PINTURA TIENE SUS RIESGOS 

De alguna manera la creación de aerosoles de pintura podría encajar en esa vertiente de riesgo, aunque en este caso hablaríamos del universo de la fabricación de pinturas y colores. Podemos imaginar fácilmente que no es igual de complejo a nivel de seguridad y riesgo, fabricar acuarelas que fabricar aerosoles de pintura con el elemento del gas propelente. 

En cuanto a los recursos que se tienen que invertir en seguridad y prevención, se hace especial incapié en los aspectos que tienen que ver con el manejo de gas y disolventes, ambos elementos extremadamente inflamables. 

Montana ha lidiado con varios accidentes relacionados con productos inflamables y que, como es de imaginar, han tenido un efecto directo e inmediato en la dirección que debía tomar la marca tras esos acontecimientos.
 

“Estaba en Madrid, hablando con alguien que tenía una propuesta para que Montana participase en su evento. Estábamos sentados en un bar y yo tenía la televisión al alcance de la vista, tras el interlocutor. Era la hora de las noticias y, aunque no escuchaba el sonido, algo me llamo la atención. Mis ojos detectaron la palabra Montana Colors en los títulos de la noticia, subí la vista y vi como ardía nuestra fábrica. Docenas de bomberos enviando agua en un forcejeo inútil contra unas poderosísimas llamas que se llevaron todo por delante en unas pocas horas. Tuve que disimular y continuar la conversación con la persona que tenía delante mientras el corazón se me encogía.”

KAPI

LOS PROBLEMAS NUNCA VIENEN SOLOS

Ya era el verano del 2002, había pasado un año desde que los distribuidores alemanes atacaron con una campaña de desinformación para generar confusión en el mercado y posicionar su nuevo producto con el mismo nombre. Mientras tanto, todos los miembros de la familia Montana se esforzaba lo máximo posible para mantenerla a flote debido al daño económico que estaba causando esa campaña desleal. Pero un accidente de electricidad estática generó un incendio en la nave de Vacarisses, provincia de Barcelona, en ese momento el centro de fabricación, distribución y de oficinas. En pocos minutos todos los trabajadores fueron desalojados y las llamas abrazaron el edificio completamente. ¡No quedó nada!
 

EMPEZAR DESDE CERO 

Salir de este tropiezo sin duda iba a ser uno de los retos más complicados con los que se encontraría nuestra empresa. La habilidad de Jordi Rubio para conseguir financiación, su motivación más el apoyo del resto de trabajadores y participantes en esta aventura, resultó en un renacer de la marca y la fábrica.  

Este épico capítulo de desafortunados eventos terminó cuando se dio por inaugurada la nueva planta de producción en Sant Vicenç De Castellet, el día que, en 2003, los hoy archiconocidos artistas de Sao Paulo Os Gemeos terminaron la impresionante decoración del edificio.
 

SEGUNDO ENCUENTRO CON EL FUEGO 

A pesar de contar con una estructura más segura que la de la primera fábrica, los suficientes recursos para mantener la seguridad y la correcta protección de las instalaciones, los riesgos de trabajar con este tipo de productos volvieron a pasar factura 11 años más tarde, en 2013. Otros dos accidentes, separados por solo 4 meses, provocaron dos incendios en dos naves diferentes que destruyeron, eso sí, solamente las instalaciones en el que se produjeron: los almacenes de pintura en fase líquida y las instalaciones de dispersión y molturización de las bases pigmentadas. 

Este segundo periodo de fuegos nos demostró que el proyecto tendría que estar siempre acompañado de las máximas precauciones y que haber sufrido diferentes accidentes no nos inmunizaba, si no que simplemente les advertía de la peligrosidad de esta actividad y que nunca se podría bajar la guardia en ningún proceso por simple que fuese.
 

UNA ENSEÑANZA DE VIDA

Estos destructivos y terribles hechos, que afortunadamente solo causaron daños leves a un empleado de Montana, sirvieron para generar una inyección de confianza entre todos los participantes de esta aventura ya que, a pesar del dolor inicial, vivir la experiencia de recuperación fue siempre algo empoderante y tremendamente positivo para todos. 

https://www.mtn-world.com/es/blog/2013/01/28/sun-is-shining-once-again/

De estas experiencias, Montana Colors sintetiza una de las frases que siempre les acompañan y que a su vez es aplicable a todos los niveles de la vida.  

“Más valiente es la persona que cuando cae se levanta que el que nunca se cae.”