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Volver Entrevista a Verónica Ramos, Departamento comercial Montana Colors“NO PODRÍA SER COMERCIAL SIN SENTIR ADMIRACIÓN POR LO QUE REPRESENTO”
La labor de los comerciales en una empresa como Montana Colors es imprescindible a la hora de asesorar a los puntos de venta sobre informar y distribuir nuestros productos. A nivel nacional (España) esta tarea se lleva a cabo de una forma tan cercana como comprometida. Verónica Ramos nos lo explica, tocando otros temas igual de interesantes como son la igualdad, los valores de la marca, o el interés sobre el producto, y cómo influye todo ello en su realización personal a través del trabajo.
Explícanos en qué consiste la labor de comercial en una empresa como Montana Colors.
El papel del comercial ha variado mucho con el paso de los años. Creo que cuando pensamos en ello, a todos se nos viene a la cabeza la imagen de un señor de mediana edad apoyado en el mostrador de una tienda, esperando para enseñar un muestrario al gerente de turno. Eso se ha quedado completamente obsoleto.
En la actualidad, al menos en Montana, nuestra labor va mucho más allá. Yo lo definiría como que somos el canal entre el cliente y la marca. Nos encargamos de asesorarlos, resolver dudas e incidencias, gestionar los espacios dedicados a nuestro producto y por supuesto, asegurarnos de que estén al día de las novedades y que las implanten satisfactoriamente.
¿Qué peculiaridades tiene tu zona respecto a otros territorios?
Hasta hace poco, gestionaba todas las comunidades de la costa cantábrica (desde Galicia hasta Gipuzkoa, pasando por León), pero se decidió reestructurar la zona para hacerla más llevadera. A raíz de esto, la cultura y carácter de los clientes se ha vuelto más variado, pero por lo general la gente del norte cumple un par de premisas que son tan tópicas como ciertas: somos reservados pero fieles.
Quizás aquí nos cuesta entrar con productos más innovadores o conseguir que las tiendas se actualicen, pero en cuanto construyen una relación de confianza con nosotros y nos dejan hacer, todo va rodado. Es una zona compleja pero agradecida.
Tu lugar de trabajo está lejos de las oficinas centrales, ¿cierto? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene esto?
Efectivamente. A modo personal, las ventajas superan a los inconvenientes. El teletrabajo te obliga a ser muy organizado y constante, pero bien llevado es una maravilla. Nos pasamos los días viajando (a veces con jornadas maratonianas), pero las tareas de oficina las hacemos desde casa y el hecho poder de ahorrar tiempo de desplazamiento y tener cierta flexibilidad, lo valoro muchísimo.
Aunque luego te encuentras en un pueblo perdido de la meseta un miércoles de invierno, acabas de cerrar un buen trato y piensas “¡que guay sería entrar ahora por la ofi y poder comentar la jugada con todo el equipo tomando un café!”
Pero no se puede tener todo, ¿no?
¿Cuánto llevas trabajando para Montana Colors?
En diciembre se cumplirán 6 años. Han pasado volando.
¿Por qué decidiste optar a un trabajo en esta empresa?
Fue un poco de casualidad. Acababa de presentar el TFG (Trabajo de fin de grado) y estaba buscando un oficio relacionado con el diseño cuando apareció la oferta de Montana. Era usuaria de sus productos y me pareció una oportunidad increíble, así que me inscribí ¡y sonó la flauta!
Cuando empecé era un polluelo recién salido del cascarón. Profesionalmente he crecido aquí.
¿Qué diferencias crees que hay entre trabajar como comercial para Montana Colors y hacerlo para otro tipo de empresa?
No puedo responder con seguridad porque no he asumido este rol en otro sitio, pero lo que sí puedo decir es que para mí ser comercial no era una cosa vocacional. Sin embargo, descubrí que es un papel me gusta, porque me siento representada por los valores de la marca y me siento segura con respecto a lo que vendemos.
Creo que Montana tiene una filosofía muy marcada que le ha hecho llegar a donde está y eso me enorgullece. Se podría decir que soy fan antes que comercial y que no podría ser comercial sin sentir admiración por lo que represento. No lo concibo de otro modo.
¿Cómo es la relación con el resto de comerciales del territorio ibérico?
Increíble. Somos una familia curiosa, pero congeniamos perfectamente. Deberíamos echarle un capote a los compañeros de RRHH por haber conseguido formar este equipo.
Estamos en contacto continuo, es una red de apoyo básica para el día a día. El cable a tierra.
¿Y con los de internacional?
Con ellos la relación no es tan directa, pero fluye cuando es necesario. Realmente nuestras formas de trabajar son distintas y eso hace que no estemos tan conectados.
Explícanos una anécdota curiosa que te haya sucedido trabajando.
La verdad es que al tratar con tanta gente diariamente, te encuentras de todo. Y es divertido, para que lo vamos a negar.
Una vez entré en un despacho y me topé con un animal disecado haciendo de soporte para una lámpara de sobremesa. Solo quería huir de ahí.
En otra ocasión me tocó visitar un estudio de tatuaje que distribuía nuestros productos, que resultó ser la parte trasera de un sex-shop. La guinda de la historia es que ni siquiera pude, en su momento, conocer al cliente porque lo habían encarcelado esa misma semana. Cositas.
Nos contarías un momento importante para ti, en el ámbito laboral, que hayas vivido desde que trabajas en Montana Colors.
Es difícil destacar uno, pero quizás haber participado en ciertas negociaciones que han permitido empezar a trabajar con grandes grupos. Abrir camino es ilusionante.
O haber podido vivir los 25 años de Montana en esa celebración histórica.
Hablemos de igualdad. ¿Cómo vives estos temas dentro de tu ámbito laboral y concretamente trabajando para una empresa como Montana?
La labor comercial siempre ha estado copada por perfiles mayoritariamente masculinos, pero es una tendencia que está cambiando y que se puede apreciar en el día a día.
Creo que soy afortunada, porque me sobran los dedos de una mano para contar las veces que me he sentido incómoda por las connotaciones de ser mujer en este puesto. Por lo general el ambiente que me encuentro es respetuoso y quizás hasta más cordial que cuando la puerta la cruza un hombre.
Mi trabajo es bastante individual y siento que me falta perspectiva, pero según lo vivido todos estos años creo que puedo decir que Montana, a nivel interno, es un ejemplo a seguir en términos de igualdad.
¿Alguna recomendación si visitamos el noreste de la península?
La recomendación es que vengáis, a secas. El resto se hace solo.
Si queréis urbe, a Bilbao. Si preferís playas y monte, a Asturias. Y si no sabéis qué queréis pero os apetece todo, a Galicia.
Aquí tenemos buena comida pero mejor gente ¡y si necesitáis guía, ya sabéis!
Puedes echar un vistazo a otras entrevista al MTN Crew en “We are Montana Colors”.
CompartirOctubre 04, 2022CategoríasCategorías10669