Arte Urbano y creatividad: Hola Utopia!

De nuevo, Hola Utopia!, un año más, y ya es el cuarto, el festival de arte urbano coorganizado por MTN, ha llenado las paredes de la capital de la Baja Sajonia con el talento de artistas de renombre internacional en su más reciente edición, que tuvo lugar en las postrimerías del pasado mes de agosto, como siempre, en la ciudad de Hannover, sede de la filial alemana de Montana Colors.

Con los proyectos de la catalana Anna Taratiel, del japonés Suiko, nativo de Hiroshima (ciudad hermanada con la sede del festival), del alemán Want a Wall y de los repetidores Kartel (de ascendencia bielorrusa) y Bier En Broot, de Róterdam, se ha logrado un nivel extraordinario que eleva el listón creativo, con la vista ya puesta en la próxima edición.

Este año, tanto una meteorología muy favorable como la concentración geográfica de los lugares donde se han hecho las intervenciones, algunas de dimensiones quizás menores que en otros años, han hecho de esta edición una de las más plácidas hasta la fecha. Cabe destacar también el gran recibimiento por parte del público, de la vecindad y también por parte de los numerosos medios que se han hecho eco de la estancia de los artistas en la ciudad.

En su mural, el japonés Suiko utiliza los colores corporativos de la escuela donde se encuentra la pared que lo acoge. La imagen resulta una alegoría de un altavoz, empleando un lenguaje abstracto de formas líquidas y sinuosas, circulares y casi orgánicas, como si fuera una imagen que difundiera la música y el sonido característico del centro educativo. Situado en la Scheffelstraße, en una esquina estratégica con un tráfico rodado considerable, el mural promete llamar la atención de los numerosos transeúntes y conductores.

En el lado opuesto del edificio, a Gustav-Adolf-Straße, nos encontramos con el mural de Kartel, con su estilo preciso y distintivo. Su obra fusiona reminiscencias de un libro infantil para colorear, con la estética visual lúdica y característica de la generación de imágenes digitales, incorporando elementos como flicks, glitches y píxeles en una composición de colores planos y de limitada paleta.

Continuando unos centenares de metros al este del barrio de Nordstadt, nos encontramos con la intervención de Anna Taratiel, un mural que envuelve por completo las dos fachadas de un edificio que hace esquina, en la animada Lilienstraße. La composición de la artista de Terrassa, geométrica, de carácter abstracto y constructivista, casi fractal y, en cierto modo, musical - como son todas sus creaciones con las cuales nos ha deleitado los últimos años - añade color y dinamismo a una zona comercial y concurrida, y está destinada a convertirse en un auténtico punto de referencia del barrio y de la ciudad.

Y unas pocas manzanas más allá, a la Am-Kleinen-Felde Straße, brota una de las intervenciones quizás más arriesgadas de esta edición del festival: el mural de Want a Wall teletransporta un bajo-puente ferroviario de la ciudad de Nueva York hasta el corazón de la Baja Sajonia, en una detallada estampa llena de flora y de fauna salvaje que corre libremente evocando la icónica y distópica película "Soy Leyenda" protagonizada por Will Smith.

Para disfrutar del sorprendente trabajo de Bier En Brood, tenemos que dirigirnos más hacia el norte, hasta el complejo industrial de Hainhoelzer Hoefe en la Helmkestraße. El artista, que repite su participación en el festival y a quien también recordamos por su intervención en la presentación de la última edición de Tramontana, ha creado sus personales arquitecturas voladoras, paisajes fantásticos de reminiscencias escherianas.

Estas visiones geométricas e imposibles transforman el perímetro de una nave industrial en un paraje fabril inter-tri-dimensional, ejecutado con la personal escala de grises que caracteriza al artista holandés.

Este mismo complejo industrial, que fue el mismo lugar donde Galleta María intervino un silo durante la edición anterior, acoge, entre otras actividades paralelas, la exposición colectiva de Arte Urbano organizada por el festival. Aquí se exhiben creaciones de varios formatos y técnicas, realizadas por una nutrida representación de los artistas que han participado a lo largo de las cuatro ediciones del festival.

Hola Utopia! se define a sí mismo como un festival internacional de arte urbano y muralismo que transforma la ciudad en un espacio de debate y promoción de determinados valores progresistas. Este festival sociocultural anima a todos los hannoverianos a compartir sus ideas para el futuro de su ciudad durante una serie de talleres previos al inicio del certamen.

En definitiva, Hola Utopia! representa año tras año un maravilloso ejemplo de cómo el arte urbano puede unir a la comunidad y dar vida a una visión colectiva de un futuro más vibrante y esperanzador, tanto para la ciudad de Hannover como para todas aquellas que deseen seguir su estela.

Un inmenso talento desplegado por los creadores en sus obras, con resultados llenos de atrevimiento y color, siempre con el mensaje de fondo que trae en la esencia misma del festival: necesitamos un futuro mejor para nuestras ciudades, y necesitamos que este se manifieste cuanto antes posible.

También necesitamos que en todas las urbes haya una buena comunicación entre sus habitantes, con voluntad de cooperación, para lograr como sociedad un porvenir que, alejado de cualquier utopía, produzca una realidad sostenible, feliz, integradora y participativa para todo el mundo, un escenario de futuro motivador, en el cual el arte y la creatividad tienen que jugar un papel fundamental.